Introducción

En la actualidad, es cada vez más difícil controlar nuestros gastos. A pesar de que la tecnología nos hace la vida más fácil, también nos bombardea con una cantidad innumerable de ofertas y promociones que nos llevan a gastar más de lo que deberíamos. Por eso, en este artículo te enseñaré las claves para controlar tus gastos variables y mantener tus finanzas personales en orden.

¿Qué son los gastos variables?

Antes de entrar en detalle sobre cómo controlar tus gastos variables, es importante saber qué son. Los gastos variables son aquellos que no son fijos y que varían cada mes o cada cierto periodo de tiempo. Algunos ejemplos de gastos variables son: salir a comer fuera, comprar ropa, ir de vacaciones, salir de copas, entre otros.

Claves para controlar tus gastos variables

1. Haz un presupuesto mensual: una de las claves para controlar tus gastos variables es elaborar un presupuesto mensual. Esto te permitirá tener una idea clara de cuánto dinero estás gastando y en qué estás gastando. Para hacer un presupuesto, es importante que identifiques cuáles son tus gastos fijos y cuáles son tus gastos variables. 2. Limita tus gastos variables: una vez que tengas un presupuesto, es importante que te fijes un límite para tus gastos variables. Esto no significa que no puedas gastar en nada divertido, sino que debes ser consciente de cuánto dinero tienes para gastar en estas actividades y no pasarte de ese límite. 3. Busca ofertas y promociones: otro aspecto importante para controlar tus gastos variables es buscar ofertas y promociones. Aprovecha los descuentos que se ofrecen en restaurantes, tiendas de ropa, cines, etc. Sin embargo, no te dejes llevar por las promociones y no compres cosas que no necesitas solo porque están en oferta. 4. Establece prioridades: en ocasiones, no podemos hacer todo lo que queremos hacer porque nuestro presupuesto no lo permite. Por eso es importante establecer prioridades. Decide qué es lo más importante para ti en ese momento y enfoca tu dinero en eso. 5. Lleva un registro detallado: llevar un registro detallado de tus gastos variables te ayudará a identificar en qué estás gastando más dinero y te permitirá hacer ajustes si es necesario. Hay muchas aplicaciones y programas que pueden ayudarte a llevar un registro de tus gastos.

Cómo no caer en la tentación de los gastos variables

Además de aplicar las claves para controlar tus gastos variables que ya hemos visto, es importante tener en cuenta algunos consejos para no caer en la tentación de gastar más de lo necesario. 1. Piensa antes de comprar: antes de hacer una compra, piensa si realmente necesitas ese producto o servicio. Muchas veces, compramos cosas por impulso que luego no utilizamos. 2. Espera por las ofertas: si hay algo que quieres comprar, espera las ofertas y descuentos para adquirirlo. De esta manera, ahorrarás dinero y seguirás disfrutando de lo que deseas. 3. Compara precios: antes de comprar algo, compara precios en diferentes tiendas y en línea. Muchas veces encontrarás mejores ofertas o precios más bajos en otro lugar.

• Busca alternativas más económicas: en lugar de salir a restaurantes o bares caros, busca alternativas más económicas y divertidas, como hacer picnics, ver películas en casa o preparar una cena en grupo.
• Evita pagar intereses: si necesitas pedir un préstamo, asegúrate de buscar una opción que no te cobre intereses o que tenga intereses bajos. Esto te ahorrará mucho dinero en el largo plazo.
• Crea un fondo de emergencia: si tienes un fondo de emergencia, estarás más tranquilo y podrás controlar mejor tus gastos variables. De esta manera, no tendrás que preocuparte por gastos imprevistos que te obliguen a gastar de más.

Conclusión

Controlar tus gastos variables es fundamental para mantener tus finanzas personales en orden y no gastar más de lo necesario. Con las claves que te he presentado en este artículo, podrás tener un mayor control sobre tus gastos y ahorrar dinero para invertir en lo que realmente importa. Recuerda que la clave para mantener un buen equilibrio financiero está en establecer prioridades y limitar tus gastos, sin privarte de todo lo que te gusta hacer.