La mayoría de las personas inician su vida laboral con pocas responsabilidades financieras y por lo general, poca educación financiera. Los hábitos y decisiones financieras que tomamos desde temprana edad pueden marcar una gran diferencia en nuestra vida financiera. Una buena educación financiera nos permite tener un control sobre nuestras finanzas personales y así lograr nuestras metas a corto, mediano y largo plazo.
Una de las trampas financieras en las que a menudo caen las personas, son los gastos variables, los cuales son aquellos que cambian mes a mes y son difíciles de predecir. Ejemplos de gastos variables pueden ser salir a comer con amigos, compras impulsivas, viajes de última hora, entre otros.
La razón por la cual los gastos variables son peligrosos para nuestras finanzas personales, es porque no los podemos controlar. A diferencia de los gastos fijos, que son los mismos mes a mes, como el alquiler, los gastos variables pueden variar considerablemente de un mes a otro.
El pago de facturas de servicios públicos o tarjetas de crédito es fácilmente comprobable a través de los registros de transacciones financieras y extractos bancarios, pero es difícil contabilizar los gastos variables. Estos pueden pasar desapercibidos y ser tratados como gastos menores, pero juntos pueden llegar a representar una porción significativa del presupuesto mensual.
Los gastos variables pueden ser muy tentadores y es difícil resistirse a ellos. Las compras impulsivas y los viajes de última hora, por ejemplo, pueden tener un impacto negativo en nuestros presupuestos mensuales y retrasar el logro de nuestras metas financieras, como ahorrar para una casa, un coche o la educación de los hijos.
Otro peligro de los gastos variables es el endeudamiento. Si no contamos con un presupuesto ajustado y gastamos en exceso en gastos variables, es probable que terminemos usando tarjetas de crédito para financiar nuestros gastos. A largo plazo, esto puede llevar a una acumulación de deudas y altos intereses que terminarán afectando nuestra vida financiera de forma negativa.
El primer paso para evitar caer en la trampa de los gastos variables es analizar nuestro historial de gastos. Por ejemplo, revisa tus extractos bancarios y tarjetas de crédito para identificar los gastos que son variables. Luego, agrupa estos gastos por categorías, como alimentos y bebidas, entretenimiento, viajes, compras, entre otras.
Una vez que hayas identificado tus gastos variables, es importante establecer un presupuesto ajustado. Asegúrate de asignar una cantidad razonable para cada categoría de gastos variables y no excederte de ella. Si es necesario, recorta en otras áreas de tu presupuesto para compensar los gastos variables.
Otra forma de evitar gastar en exceso en los gastos variables es planificar con anticipación. Por ejemplo, si planeas salir a comer con amigos, elige un lugar que ofrezca promociones o descuentos y decide qué plato vas a pedir de antemano. Si planeas hacer compras, establece un presupuesto y busca ofertas y descuentos antes de realizar cualquier compra.
Las compras impulsivas representan una gran parte de los gastos variables. Para evitar caer en esta trampa, establece un plazo de 24 horas antes de realizar cualquier compra impulsiva. Si después de ese tiempo, todavía sientes que necesitas el objeto que deseas comprar, entonces hazlo. Pero es muy probable que después de 24 horas, ya no tengas el mismo deseo de compra.
Finalmente, es importante fomentar el hábito del ahorro. Siempre destina una parte de tu presupuesto para el ahorro y divídelo en varias categorías, como emergencias, futuros proyectos y retiro. Al contar con un fondo de ahorro adecuado, es más fácil evitar gastos variables innecesarios y estar preparado para cualquier situación inesperada.
Los gastos variables son parte de nuestras vidas, pero es importante aprender a controlarlos para evitar afectar nuestra vida financiera. Establecer un presupuesto ajustado, planificar con anticipación y evitar las compras impulsivas son formas efectivas de evitar caer en la trampa de los gastos variables.
Al ser conscientes de nuestros gastos variables, podemos optimizar nuestros presupuestos mensuales y lograr nuestras metas financieras a largo plazo. Tomar el control de nuestras finanzas personales es el primer paso para una vida financiera saludable y estable.